viernes, 20 de agosto de 2010

Tengo un primo casi viejo

Veite años. Para aquellos que los han superado podrían ser la juventud plena, lo que se suele llamar "la flor de la vida", cuando prácticamente todo se centra en hacer locuras que con el tiempo dejaron atrás. En cambio, para aquellos que aún no los han alcanzado son la pre-vejez, esa edad que te da toda esa responsabilidad que llevas tanto tiempo queriendo evitar. Pero ¿y para los que están en ellos?
Tal vez podríais llamarme arrogante por escribir sobre unos años a los que aún no he llegado, pero antes de que lo hagáis os diré que como inmadura observadora algo sé sobre los mismos. ¿Cómo? Los hijos de los amigos de mis padres siempre eran mayores que yo, y mis primos también lo son. Hablando de primos, ¡por uno de ellos estoy escribiendo esto!
Si no fuera porque la pequeña soy yo, diría que le he visto crecer. Tuvo esa etapa que tiene todo ser humano niño en la que lo destroza todo, es malo y le gusta chinchar a las pobres e indefensas criaturas femeninas de menor edad. Sí, esa era yo. Recuerdo perfectamente que no quería ni verle. Me asustaba. Era una especie de pequeño diablillo con cara de pillo, y peor, eran dos, porque él tiene un hermano mayor. Con los años fue cambiando: dejó de ser ese torbellino sin ningún tipo de conciencia y pasó a ser el primo contestón que tantas sonrisas me sacaba. Era divertido, un chiste tras otro. Empecé a pasármelo bien con él, viendo como vacilaba a mi tío o a los abuelos. Era realmente divertido. Solo quería ir a las comidas familiares si iban ellos dos. Aunque tenía la cabeza en otro sitio, quién sabe dónde... Diría que era mi primo rebelde. Pero no era malo... Más tarde asentó la cabeza, se hechó novia y mejoró en sus estudios. Un gran progreso, sin duda. Ya no tenía esa cara de pillo que tanto me asustaba de pequeña, ahora parecía más... ¿Un hombre? No, aún no. Con veinte años se es un hombrecillo, con los rasgos más marcados, pero un hombrecillo al fin y al cabo. Eso sí, su sentido del humor sigue intacto. Porque, no sé, supongo que será la manera de decir las cosas lo que las hace más divertidas que si las dijera otra persona. O su forma de entender la vida, y de vivirla.
A los cinco años habría dicho que un veinteañero es sin duda un viejo. A los diez me parecía igual. A los quince eran demasiado mayores para mí, y tampoco me gustaban sus rasgos marcados. Ahora tengo diecisiete, y aunque encajo perfectamente en la descripción de "no quiero llegar a ellos, me sentiré muy mayor" ya no tengo para nada esa mentalidad de "viejo". ¿Mi primo, un viejo? El que lo diga no le conoce. En el fondo los años no le han cambiado tanto... Sigue con ese "espíritu rebelde", sus ropas de niño pijo, sus orejas agujereadas, su sentido del humor, sus ganas de pasarlo bien... Y ese sentimiento tan fuerte que le une a aquella chica que aún es su novia. O al menos hasta ayer todo era así.
Hoy, veinte de agosto, es su cumpleaños. Ayer tenía diecinueve, y no sé qué efectos secundarios tendrán en él los veinte... En realidad sigue siendo el mismo chiquillo impaciente, porque anoche, ya pasadas las doce, vino a quejarse de que su primita no le felicitaba. ¿No os molesta cuando la gente no os da la oportunidad de situaros en la situación espacio-temporal y reaccionar cuando es debido? Para mí no es veinte hasta que me acuesto y me levanto. Aunque debo reconocer que cuando soy yo la que cumple años hago lo mismo que hizo él. A lo mejor es que aunque en su DNI ponga que tiene veinte años él sigue con los diecisiete... Porque realmente ¡no creo que yo tenga la madurez de los veinte!
De cualquier manera, no sé qué se sentira al dejar atrás las decenas y meterse con las veintenas, pero estoy segura de que madure lo que madure, viva lo que viva y cambie lo que cambie... Siempre seguirá sacando sonrisas allá donde vaya. Supongo que es parte de su encanto, ¿no?

Felicidades, ¡VIEJO!

P.D.: espero que no se crea mucho todo lo que he escrito, que sino va a tener el ego ¡por las nubes!

lunes, 2 de agosto de 2010

Chibi-Joy

Esa chica timida, de pelo negro, largo y liso, piel blanco-roto y mirada asiatica ya se ha ido. Tiene dieciseis años, personalidad tranquila y muy claro lo que quiere. Amante de la fotografia, ella es el blanco de mi negro. He compartido en mes con ella, durmiendo en la misma habitacion, cenando en la misma mesa, tomando leche cada noche antes de ir a la cama... Dicen que la convivencia es dificil, pero convivir con ella ha sido como respirar.
Ella es de Taiwan, y yo de España. Hemos vivido juntas en San Francisco, siendo exchange students. Hay tanto que decir que no tengo palabras: ha sido como tener una hermana pequeña. Parecidas en casi todo excepto dos cosas: toda su ropa son colores claros, la mia oscuros y fuertes; es una chica de salado, yo prefiero el dulce. Por lo demas es como mi calcamonia, mi doble asiatica, una gemela. Dos hijas unicas unidas por un mes, que aunque al principio no sabian que compartir han terminado llorando a la hora de despedirse.
El tiempo vuela, las horas se escapan y un mes ha sido como una semana. Aun no me puedo creer que no vaya a volver a verla, porque seamos sinceros: yo la he invitado a España, y ella a mi a Taiwan, pero cuantas posibilidades hay de que una de las dos vaya con la otra? Menos del 50%, diria yo. Por eso le deseo a ella, a Joy, a mi roomate, mi little sister, que alcance todas sus metas, que sepa ingles tan bien como pretende hablarlo, que elija la carrera que elija sea feliz, que Eric la haya echado de menos tanto como ella le ha echado de menos a el, y sobre todo espero que sea MUY feliz y tenga suerte en su vida.
. Medio mundo quiza no sea tanto, al menos no para tener la misma mentalidadPorque? Solo por haber compartido un mes con ella? Si, solo por eso. Porque me ha enseñado que no importa de que parte del mundo seas, en que dios creas, cual sea tu comida, tu cultura o tus costumbres, cuanto duren tus vacaciones o tu definicion del amor: al final una adolescente es una adolescente, en España y en Taiwan. Lo que me hace pensar que quiza la mentalidad, la forma de ser, no esta guiada por tu lugar de procedencia, sino por la cantidad de dinero que tienes... Pero eso ahora da igual.
Ahora esto va de decir adios, de un see you soon y un nice to meet you! (aunque hemos acabado muy cansadas de que todo el mundo nos dijera eso con sonrisas forzadas) I'll miss you y dos sonrisas empapadas en lagrimas, un abrazo y ya esta, todo lo que hemos sido queda reducido a el recuerdo. Pero no lo olvides Joy, da igual cuan lejos estemos, I'm by your side.
Solo me queda darle las gracias por compartir conmigo estos dias, por completar mi viaje y enseñarme algunas palabras en Chino. Gracias por cada momento. Gracias por todo, y hasta la proxima. Ahora puedo decir, no solo que tengo una amiga taiwanesa, sino que tengo una hermana.