miércoles, 15 de diciembre de 2010

Esa persona existe, y hoy cumple 17 años

Existe, esa persona que todos buscamos existe de verdad; hoy hace diecisiete años que abrió por primera vez sus ojos marrones. Y por eso voy a hablaros un poco de él, porque creo que merecéis saber que existe una persona tan alucinante y, ya de paso, moriros un poco de envidia por ser yo la afortunada que le tiene en su vida.
No sé muy bien por dónde empezar, así que lo haré por el principio, por esa primera vez que le vi. ¿Creéis en el amor a primera vista? ¿No? Yo tampoco, y sin embargo, cuando le vi, sentí algo. Y no sé si fue la intensidad del marron de sus ojos o la fuerza de su mirada, el tono de su voz o la fuerza de sus palabras, la gracia de sus gestos o el tacto de su piel dándome la mano por primera vez o qué fue; pero solo era capaz de mirarle con fascinación y pensar "es él". Es él, es él, es él ¿qué, qué? Ni yo lo sabía, pero fue como encontrar aquella sonrisa que llevaba imaginando más de mil vidas. Ya sabéis, dicen que cuando conoces a esa persona, lo sabes, y que además lo sientes. Crees que lo has visto todo, que tienes toda tu vida bien organizada y estructurada, y de repente aparece un guapo de esos de desmayarse y no sabes que has hecho con los esquemas que llevaban el contro de tu vida hace unos segundos.
Pero de esa primera vista a como es la persona en realidad hay mucho, y tu idea de esa persona puede cambiar totalmente. Me costó admitirlo, pero a él no le costó nada enamorarme. Sin irremedio, incondicionalmente, con todas mis fuerzas y hasta el borde de la locura, más allá de él, donde los deseos se hacen realidad y la realidad parece el mundo que hay al otro lado del arcoiris. Porque al conocerle, en vez de pasarme como todos decían que pasaría (que me daría cuenta de que no me merecía, que era malo y no sé qué y no sé cuántos) descubrí una existencia absolutamente superior a todo lo que conocía hasta el momento. Quedé fascinada ante su genuino ingenio que entraba por mis oídos como una aletargante melodía. Él no lo aparentaba, pero yo vi su lado más íntimo, el más sensible, y quedaba como una estúpida cada vez que frente a los demás demostraba ser todo lo contrario. Humano, humanísimo, una persona que nunca ha tenido miedo a mostrarse tal y como es frente a mí. Un radar, un detector de tristezas o algo así tiene, porque, mágicamente, siempre que necesitaba su voz me llamaba. Y cuando no admitía necesitarlo pero mi corazón gritaba como si le fuera la vida en ello su nombre, también. Desde que le conozco no he sido capaz de encontrar una palabra mejor para expresar el amor, la ternura, la amistad, la lealtad, la comprensión, la complicidad, la felicidad, la sorpresa, la ilusión, la esperanza, la motivación, la fuerza, el ímpetu, el esfuerzo, la entrega, el todo: la vida. Jaime, ese es nombre.
No os he hablado antes de él, quizá por miedo, quizá por orgullo; pero hoy quiero hacerlo. Quiero que todos sepáis que es hoy de hace diecisiete años cuando él llegó a este mundo y lo llenó de buenos motivos con el simple sonido de su risa. Y por compartir conmigo todo lo que comparte, por quererme y dejarme quererle, le doy las gracias.
Sí, existe, mi persona favorita de mis humanos preferidos existe. ES ÉL.
¡FELICIDADES BONITO!

2 comentarios:

  1. 17 años...
    deseo, de corazón, que él sea capaz de valorar el gran sentimiento que albergas tú dentro :)

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  2. Es de las mas bellas entradas que he leído ... Tiene toda la consepcion de como creo que debe ser el amor, yo nunca me he sentido así , pero me sorprende que alguien (tu) pueda describir exactamente como me imagino que será ...

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