martes, 11 de agosto de 2009

El vecino Eguardo.

Eguardo (Edu, para el resto del mundo) es uno de mis más antiguos conocidos y una de las personas que más aprecio en este mundo; un chico realmente especial. Me conoce desde que nací, yo solo tengo recuerdos suyos desde los tres años, cuando me subía en su monopatín y me empujaba calle abajo. Su nombre, como imaginaréis, es una mala pronunciación de Eduardo, y aunque se pasó tardes enteras haciéndome repetir Eduardo yo era incapaz de decirlo, y en cambio Edu lo decía sin ningún problema. Eguardo es un chico muy paciente, me ha aguantado durante más de diez años y nunca se ha enfadado conmigo; a pesar de que yo era una niña muy testaruda. Pero Eguardo siempre se llevaba la parte más especial de mi cariño...
Sí, porque yo decía que Eguardo era mi novio y que cuando fuéramos mayores nos casaríamos, y Eguardo me seguía el juego. Hasta que un día Eguardo se hizo mayor para corroborar mi broma y apareció con una chica en casa; una chica realmente guapa. Claro, solo una chica realmente guapa podría ser la pareja de mi Eguardo; quién de pronto dejó de ser mío. Fue un palo, pero lo cierto es que algo dentro de mí sabía que aquello era solo un juego de niños. He visto a Eguardo con muchas chicas, y creo que aún no ha encontrado su pareja perfecta. La niña que vive dentro de mí se alegra, porque además siempre que veo a Eguardo me saluda con un abrazo y un cariñoso "Laurii ¡que guapa estás!". Debí haber nacido antes, y entonces Eguardo sería mi novio y yo la chica adecuada para él. Eguardo es muy guapo, pero shhh, es un secreto.
Recuerdo que pasaba tardes enteras con él, y a veces hasta dormíamos juntos. Aunque Eguardo tiene una hermana, pero yo siempre me llevé mejor con él. Al menos antes, ahora los dos son personas imprescindibles en mi vida. ¿Por dónde iba? Ah sí, las noches con Eguardo: dormíamos él, yo y Monstruito. Monstruito era un peluche que tenía Eguardo, rojo, negro y azul, que a mí me encantaba. ¡A veces lo usaba para darme sustos! Pero siempre acabábamos riéndonos. En verano le echaba mucho de menos, porque se iba el verano entero a Galicia, mientras que yo allí solo pasaba un par de semanas, y no siempre en el mismo sitio que él. Un año me trajo una preciosa cajita redonda, rosa, y con agua, purpurina y figuritas en la tapita. De echo, es la cajita rosa que encabeza este blog. Yo me puse muy contenta, esa cajita es uno de mis mayores tesoros.
Realmente echo de menos a Eguardo, porque entre que él ya es un adulto casi independiente y me cambié de casa a penas le veo... Pero yo siempre, siempre, siempre voy a quererle como uno de los chicos más geniales que he conocido. Después de todo me conoce desde hace 16 años.
Siempre será mi Eguardo.

3 comentarios:

  1. ¡Brindo por los Edus!
    Qué casualidad! Yo también tengo un Eguardo
    Bonito blog. Te sigo!

    ResponderEliminar
  2. Yo no tengo ningun vecino así todo y que me hubiera gustado :)
    Yo tengo una mejor amiga que no es una amiga es una hermana, llevamos juntas des de los 5 años y entramos en casa la una de la otra como si fuera la nuestra, nuestras madres des de hace años que compraron una silla de más y cuando nos tuvimos que mudar las dos compramos un nido para que pudieramos hacer fiestas pijamas. Nos paseamos por casa de una i de otra en zapatillas y si se hace tarde para volver a casa a comer nos quedamos tanto yo como ella.
    Es mi Cenicienta, mi niña bonita y es un placer compartilo TODO con ella.

    Un beos :*

    ResponderEliminar
  3. ajajajajjaa
    yo tampoco tengo un vecino así, ojalá
    pero me ha encantado lo de "tendria q haber nacido antes"
    lo he pensado tantísimas veces! xD


    elmundomudodesofia.blogspot.com

    ResponderEliminar